Día Mundial del Sueño
El viernes 15 de marzo se celebra el Día Mundial del Sueño. Este acontecimiento, promovido por la entidad World Sleep Society (WCC), tiene por objetivo poner de manifiesto la importancia del sueño en la salud y el bienestar de las personas
El sueño es un proceso complejo y regulado por distintas sustancias y regiones de nuestro cerebro, que nos permite descansar, consolidar la memoria y llevar a cabo distintas funciones importantes para nuestra salud física y mental.
El sueño es un ciclo que está formado por la fase de sueño REM (Rapid Eye Movement en sus siglas en inglés) y la fase de sueño no REM.
Durante la fase de sueño no REM, se producen distintas ondas cerebrales que indican una disminución de la actividad cerebral. Durante esta fase, se llevan a cabo procesos de restauración y consolidación de la memoria. En la fase de sueño REM es la etapa en la que se producen los sueños. Durante esta fase, a actividad cerebral es similar a cuando estamos despiertos, pero nuestros músculos están inactivados para evitar que actuemos según lo que soñamos.
¿Qué sucede cuando dormimos?
Regeneración celular: Se producen nuevas células y repara las dañadas, lo que ayuda a mantenernos sanos y prevenir enfermedades.
Consolidación de la memoria: Se consolida y procesa la información, lo que ayuda a mejorar la memoria y el aprendizaje.
Regulación hormonal: Se producen y se liberan diferentes hormonas que regulan el metabolismo, el crecimiento y el estado de ánimo.
Descanso y recuperación: Los músculos se relajan y se recuperan del esfuerzo realizado durante el día, lo que ayuda a prevenir lesiones y mejorar el rendimiento físico
¿Qué sucede cuando cuando no dormimos lo suficiente
- Fatiga y somnolencia durante el día.
- Dificultad para concentrarse, recordar información y tomar decisiones.
- Cambios en el estado de ánimo, como irritabilidad, ansiedad o depresión.
- Mayor riesgo de enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas, diabetes y obesidad.
- Supresión del sistema inmunológico, lo que puede aumentar el riesgo de contraer infecciones.
- Mayor riesgo de accidentes, tanto en el hogar como en el trabajo.
¿Qué puede afectar nuestro sueño?
- Estrés: El estrés puede causar insomnio, dificultades para conciliar el sueño o despertarse en medio de la noche.
- Ansiedad: La ansiedad puede hacer que sea difícil relajarse lo suficiente como para quedarse dormido.
- Malos hábitos de sueño: Mantener un horario irregular para dormir, consumir cafeína o alcohol antes de acostarse, o utilizar dispositivos electrónicos justo antes de dormir.
- Medicamentos: Algunos medicamentos pueden tener efectos secundarios que afectan el sueño.
- Edad: A medida que envejecemos, es normal que el sueño se vea afectado, con cambios en los patrones de sueño y una menor calidad del mismo.
Algunas prácticas recomendadas promover un sueño saludable y reparador:
- Tener un horario regular para ir a dormir y despertarse todos los días, incluso los fines de semana.
- Crear un ambiente propicio para dormir en la habitación.
- Evitar el consumo de cafeína, alcohol y comidas pesadas antes de acostarse.
- Realizar actividades relajantes antes de dormir.
- Evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir.
- Mantener la habitación limpia y ordenada para crear un ambiente agradable para dormir.
- Realizar ejercicio regularmente, pero evitar hacerlo justo antes de dormir.
- Evitar las siestas sobre 30 minutos durante el día.
- Limitar las interrupciones del sueño, como apagar el teléfono celular durante la noche.
- Consultar a un profesional de la salud si tienes dificultades para conciliar el sueño o si sufres de trastornos del sueño.